1. La raya es como un guion pero más larga, así que no es un guion (-), es más larga (—).
Mi madre está loca. No en la calle, en la calle es normal; en la panadería es superamable con los clientes y canta las canciones de Los 40. Pero en casa está loca. Como una cabra.
2. Uno de los usos principales de la raya es el de enmarcar incisos. Estos suponen un aislamiento mayor que el de la coma y menor que el del paréntesis con respecto al discurso principal. Otro uso consiste en encerrar incisos incrustados dentro de un paréntesis.
Para estos, siempre hay signo de apertura y signo de cierre, aunque acaben en punto. Y la secuencia siempre es espacio-raya-palabra (apertura) y palabra-raya-espacio (cierre).
Yo le hago poco caso porque está loca —desequilibrada, zumbada, chalada, chiflada, loca como una cabra—. Siempre gritando y gritando como si fuera sordo. Claro que yo también grito (en mi casa —como en la tele— la razón la tiene el que más grita) porque si no, me agobia.
3. La raya se utiliza también para la reproducción de diálogos. La secuencia es raya-palabra, sin espacio en medio.
—¡Pablo!, ¿se puede saber de dónde vienes a estas horas?
—…
—¡Pablo, que te estoy hablando!
—Que me olvides.
4. Asimismo, si a un diálogo se le añade un inciso, se usa la raya. Ahora bien, si tras el inciso el personaje no continúa hablando, no se escribe raya de cierre.
Cuando, en un diálogo, el inciso comienza con un verbo dicenci o de lengua —decir, hablar, gritar, responder, preguntar, añadir, etc.—, dicho verbo se escribe con minúscula inicial. En este caso, la puntuación (punto, dos puntos, coma, punto y coma) se pospone hasta la raya de cierre.
—¿Así vas a salir a la calle?, ¡¿así?! Ves, mi hijo viste como un pordiosero y la gente se piensa que no tiene madre —repite cada día. Nunca se cansa, como las locas—. Esos pantalones están rotos, Pablo, ¡rotos! —chilla y chilla. No le gusta mi estilo. Pero mi estilo es mío.
—Y a ti qué te más te da si yo los quiero rotos… —le contesto automáticamente—, se llevan así, ¡sal a la calle y lo verás!
5. Para el inciso con verbos dicendi, la minúscula inicial se mantiene incluso si va precedida de puntos suspensivos o de un signo de interrogación o exclamación.
—¿Ya has quedado otra vez con esa… esa… chi-ca? —dice.
—¿Te importa? —pregunto. La Lola no le gusta porque lleva las uñas negras y un pendiente en la nariz. Pero a mí me da igual. La Lola está como un tren. Como un tren de mercancías. No como ella, que está loca.
6. Cuando el inciso comienza con cualquier otro verbo que no sea dicenci y, por tanto, compone un enunciado completo, el parlamento se cierra con un punto y el inciso se escribe con mayúscula inicial.
—¡Ya estás tardando, Pablo, ya estás tardando! —Todas las mañanas lo mismo.
—¡Joer, mamá, déjame en paz! Si es to pronto… Cinco minutos más. —Solo me levanto cuando grita. Por eso grita. Pero está loca, os lo digo yo.
7. Según la rae, en las citas directas se utiliza la raya como inciso sin necesidad de cerrar comillas*. Si el inciso se halla al final de la frase, no se usa raya.
Si la cita es indirecta, fuera comillas y el inciso entre comas (si es corto) o entre rayas (si es largo).
«Como no estudies —me dice mi madre—, vas a acabar como tu padre». Yo paso. Eso es pa pringaos. Mi padre no estudió, pero también era un pringao. «¡Que te calles, loca de la vida!», le respondo.
8. En las obras de teatro, la raya se utiliza para separar el nombre del personaje de su parlamento, con la secuencia Nombre-punto-raya-espacio-parlamento.
María José.— ¿Cenas aquí?
Pablo.— ¡Yo qué sé! ¡No me agobies!
María José.— ¡Así no puedo, de verdad!, ¡no puedo!
9. Se usa en enumeraciones en forma de lista, siempre con la secuencia raya-espacio-palabra. Después de cada elemento se puede colocar coma (no es obligatorio) si los elementos son simples (con mayúscula o minúscula inicial). Sin embargo, si los elementos se componen de enunciados más largos, es recomendable cerrarlos con punto y comenzar con mayúscula.
El otro día hizo una lista y la pegó en la pared de mi cuarto:
— haz la cama
— limpia tu cuarto
— tira de la cadena
— friega el desayuno
— ve a clase
— atiende al profesor
— estudia mucho
— no hagas llorar a tu madre
¿Está loca o no está loca?
9. Para escribir la raya en el ordenador correctamente: en Windows, Alt + 0151 (del bloque numérico); en Mac, Alt + ⇧ + -, y en Word, Alt Gr + – (del bloque numérico).
O, para no calentarse la cabeza continuamente, en Word: Insertar —> Símbolo —> Raya —> Autocorrección —> Reemplazar con las 2 o 3 teclas que tú quieras (Ctrl + -, por ejemplo).
Ah, y no os creáis lo que os cuente, que yo droga (casi) no paso.
—Pablo, te juro que como me entere de… Te juro que me mato. ¡Me mato!
—¡Pues mátate, mátate! —La reina del drama, os lo digo yo.
* José Martínez de Sousa prefiere no recargar el texto de signos y evitar el uso de la raya en esta situación.
«Estudia, estudia», me dice mi madre, «que si no vas a acabar como tu padre». Yo paso. Eso es pa pringaos. Mi padre no estudio, pero también era un pringao. «¡Que te calles, loca de la vida!», le digo.
Brillante como siempre, a&b. Se ve que sois buenos profesionales. La historieta, desternillante, también como siempre. 🙂
¡Muchas gracias!
Me ha surgido una duda. En un diálogo, si se hace un inciso y después el personaje continúa hablando en el siguiente párrafo, ¿cómo se puntúa? ¿Así?:
—Hola, chavalote. Te voy a decir algo, pero tendrás que esperar al siguiente párrafo —me dijo, misteriosamente.
»Bien, ¿ves esas comillas de cierre? Eso es que estamos en otro párrafo y sigo hablando.
Mi principal duda es si haría falta poner guion después de «misteriosamente». Lo de las comillas lo tengo bastante claro, pero he visto sitios donde, con esta estructura (parlamento, inciso, parlamento del mismo personaje en otro párrafo) inician el segundo párrafo con guion. Y debe ser incorrecto, porque eso no puede indicar sino que el personaje que habla no es el mismo.
Hay casos complicados, ya que son raros y la regla no los explicita. En este que comentas, entendemos que, como bien dices, dentro de un diálogo el inciso no se cierra si con él acaba el párrafo.
Sí, parece lo más lógico. El «espíritu de la ley» debe de ser no colocar la raya de cierre cuando es final de párrafo, independientemente de si el personaje sigue hablando en el siguiente o no. ¡Gracias!
Según la tercera norma, sobra el espacio tras las rayas de diálogo de la parte de la historieta que empieza «Ah, y no os creáis lo que os cuente»…
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