Los caminos del Señor (¿señor?) son inescrutables, pero todo buen cristiano (¿Cristiano?) sabe que debe recibir lecciones del cura (¿Cura?) para poder hacer la comunión (¿Comunión?), y después asistir todos los domingos (¿Domingos? No, por Dios —¿dios?—, domingos) a la iglesia (¿Iglesia?) para poder ir al Cielo (¿cielo?).
—¿Todos los domingos? Jo, papa (¿Papa?), ¡yo quiero jugar al fútbol!
—¡Reza y calla, niño del demonio (¿Demonio?)!
Si, en ciertas ocasiones, la elección entre mayúscula o minúscula puede resultar obsesiva, en temas de religión puede llegar a desquiciar. Para saber si es dios o Dios, demonio o Demonio, ya escribimos La minúscula de Dios; en Cuestión de religión trataremos otros temas. Empezamos:
- La Iglesia en mayúscula es la de Roma, pero no las iglesias que hay en Roma, que esas son iglesias. La Iglesia como institución —apostólica, católica y romana (o protestante, ortodoxa, evangelista o calvinista), con su papa, su Vaticano, sus mandamientos, sus sacramentos y sus dogmas— la escribimos con mayúscula. Los edificios, en minúscula: la iglesia de Santa María del Mar, la catedral de la Magdalena, la basílica de San Pedro, etc.
- Escribimos Cielo, Paraíso o Infierno en mayúscula si y solo si refieren a cuestiones religiosas; es decir, cuando son nombres propios de lugares como París, Londres o Nueva York. Así, en «Hitler está pudriéndose en el Infierno», escribimos Infierno y no infierno porque aludimos a un sitio concreto descrito por la teología clásica; sin embargo, en «Esto es un infierno» escribimos infierno y no Infierno porque para la RAE no sentir las piernas no es ni lugar ni causa suficiente para escribir en mayúscula.
- Personas entregadas al Señor como cardenales, obispos, sacerdotes, monjas, curas o frailes; seres entregados al Señor como querubines, ángeles, arcángeles y angelotes; oraciones para conectar con el Señor como el avemaría, el padrenuestro, el ángelus o el credo; períodos de tiempo adecuados para estar en comunión con el Señor como el adviento o la cuaresma, y sacramentos para «arrejuntarse» con el Señor como el bautismo, la comunión, la confirmación o el matrimonio, ninguno, por muy cerca que esté o haga estar del Señor, se escribe con mayúscula.
- Las fiestas, religiosas o no, con mayúsculas, que para eso son fiestas y no hay que trabajar, como Navidad, Nochebuena, Pascua, Jueves Santo o Viernes Santo. ¡Ojo!, lunes, martes y miércoles santos van en minúscula. ¿Por qué?, porque hay que trabajar. ¿Por qué?, porque no son fiesta.
- Las religiones también se escriben en minúscula: catolicismo, cristianismo o budismo, y sí, también el islam.
Debate: a Jorge Bergoglio se le conoce como el papa Francisco, y es papa y no Papa. Otra cosa es que cuando al cargo no le acompaña el nombre propio escribamos Papa y no papa, ya que nos referimos a una persona concreta que representa a una institución particular, no parezca que hablamos de una papa frita o que er Fransisco viaje en fragoneta en lugar de en papamóvil:
- El papa Benedicto XVI eliminó el buey y la mula del Portal de Belén. ¡¡¡BIEENNNN!!!
- El Papa Benedicto XVI eliminó el buey y la mula del Portal de Belén. ¡¡¡MAAAAL!!!, ¡MUY MAL!
- El Papa eliminó el buey y la mula del Portal de Belén. ¡¡¡BIEENNNN!!!
- El papa eliminó el buey y la mula del portal de Belén. ¡¡¡BIEENNNN!!!
Aun así, siguen en el aire muchas, muchísimas dudas. ¡Queremos de saber!